Naturalmente natural

Últimamente con esto de las vacaciones y las huelgas tengo mucho tiempo libre, lo que desencadena un aburrimiento infernal, lo que provoca un torrente de ideas y pensamientos en mi mente.
De tanto pensar y oír de lejos a los pajarillos silvestres piar se me ocurrió hacerles un comedero, pero como yo no soy precisamente un bricomanitas no llegué a discurrir más que hacer un agujero a un brick de leche, ponerle un palillo chino y colgarlo con un clip, el invento funcionó, con un poco de alpiste o en su defecto ''pan de ayer'' conseguí atraer a unos preciosos Upupa, a algún que otro Agaporni silvestre y a bastantes pajarillos ''sin nombre'', o quizás lo tengan, pero lo desconozco.

Los primeros días estaban tan famélicos como si de un perro de triste caza se tratase, pero con los días fueron engordando hasta el punto de tener que bautizarlos:

-Bolita
-Bolita-Junior
y...
-Mini-bolita

Los agapornis silvestres son una parejita: Agustín y Agustina.

Es muy bonito sentarse en el suelo cerca de los comederos y ver pasar a los pajarillos felices, te llena de una sensación indescriptiblemente indescriptible, o quizás si sea descriptible, o semi-descriptible, podría, quizá, llamarse euforia, felicidad absoluta, pero solo podría, porque como ya debes saber, roza indescriptiblemente la indescriptible indescriptibilidad.

Después de todo este rollo, os anuncio, esto es sólo una entrada que dará comienzo a muchas otras, muchas anécdotas que contar y poco tiempo libre, ya que el tiempo que antes llamaba ''libre'' ahora ha sido ocupado por el canto de los naturalmente naturales pajarillos en el atardecer y por horas y horas delante del Facebook (no tan poético) jajajaja.


Gracias.

Si yo os contara... ... ... ...

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