El chofer vago.

Aburrido en la oficina de mi padre, bajé para ver que estaba haciendo mi hermana, estaba en la planta de abajo, en la ferretería limpiando un poco ya que no tenía mucho trabajo.
-Mmm... me voy a tomar un Mokaccino. Dije.
-Mmm... está rico, pero... ¡con este calor, eso caliente!.
-Da igual, porque... La conversación fui interrumpida por un hombre viejo, feo, canoso, dientes casi naranjas y con una camisa y un pantalón de vestir...
-¡Oye tú!, me poede' ayudá' a empujá el autobú a la calle d'enfrente, que no me furula la marchia atriás. El ''hombre'' señaló un enorme bus, y la nave donde tenía que aparcarla estaba en la otra calle ( Una calle que era el triple de ancha que una normal y por la que pasaban montones de coches y camiones...
Miramos los dos a la vez y le dijimos: -Ummm... Pues... no, es... muy grande.
-Pssss.... bué, al menos tendráj una servesita fresquilla ¿no?...
-Mmm... esto, es... una, ferretería... No hay ''servesita fresquilla''.
-Psssss.... ¡Aquí no hay ná!
-De bebidas alcohólicas te digo yo que no. Si quieres tienes la máquina de café...

El coche de los payasos.

Era por la mañana, ibamos con prisa pues ella llegaba tarde al trabajo y yo a clase. Mi madre se había hecho su peculiar peinado/moño de verano, denominado... ''la piña''. (jajaja).
-¡Venga!, va, rápido, vamos que llegamos tarde.
-¡Ya voy!
Con tanta prisa subió rápido al coche y yo me retrase un poquitín poniendo la alarma. Subí rápidamente al coche y la veo con la cabeza inclinada hacia la puerta.
-¡Ay, ay!.
-¿Qué pasa?
-Que... me se me ha... quedado (¡Au!), trabado el pelo con... ¡Au!... la, puerta.
-Espera que la abro...
Me bajé en estado: ¡Héroe!, y fui a abrir la puerta de su lado del coche...
-Mmm.. No se abre...
-¡¿Qué?!
-Pues... eso, que... no se abre, bueno, intenta abrirla por dentro...
-Vale... ¡No puedo!
-¿Eh?
-A ver, voy a entrar por la del copiloto, y a ver si la podemos abrir...
-Vale...
Puse mi mano sobre el tirador de la puerta del copiloto... ¡Ay!, esto... emmm... ¡Está cerrada!
-¿Cómo?.
Tras buscar la llave del coche, me rendí, no había forma humana de encontrarla...
-Pues cortate el pelo...
-¡Sí, hombre!
Sin saber por qué, miré por la ventanilla trasera, me quedé anonadado cuando vi la llave en el asiento trasero...
Mi madre no la podría coger, yo no podría entrar... ¿Por qué me pasa esto a mi?. Aunque parezca mentira, el sevicio de seguridad de autocierre, que cierra el coche a 'X' tiempo de estar abierto y parado no es siempre tan idílico...
Resumiendo un poco, tuvimos que llamar a mi padre, para que nos trajera la llave de repuesto que estaba en la oficina, y que tardó casi una hora en encontrar... Este post sólo se puede terminar con un simpatiquísimo...
¿POR QUÉ? Jajajajajaja...

Mi blog. Mi refugio.

Es algo muy agradable eso de saber que, pase lo que pase, tendré mi blog para refugiarme en él. Hay momentos en los cuales todo es perfecto, pero la Vida te da ciertos sustos, para que bajes de la nube. Aún así, mi nube está aquí, en mi blog. Y nada podrá dañarla. Mi forma idílica de vida de las últimas semanas se interrumpió con una sola llamada. Fue entonces cuando me di cuenta de que por mucho que intentes que las cosas no pasen, si tienen que pasar... para bien, o para mal, pasarán.

Un regalo a la vuelta de la esquina...

Sí, un regalo de la Vida, a la vuelta de la esquina. ¿Suerte?, ¿Magia?, ¿Casualidad?... No lo sé, sólo sé que és asi, y todo está bien como está. A veces te encuentras a personas únicas, personas especiales, con un aura a su alrededor realmente única. Con esas personas, que... automáticamente las conoces se convierten en tu mejor amigo/a, cualquier cosa, por simple, aburrida, o común que sea, se convierte en una aventura divertida, en una odisea estrepitosamente cómica. Yo ya he encontrado a una de esas personas envueltas en un aura única...


Va para tí, Tam.

Sirius: capítulo I

Era un día normal, yo iba andando con mis gafas de sol, iba a casa de mi nueva vecina. Cuando, bajé, algo oscuro, negro, ¡y juguetón! me esperaba, era el perrito de Tamara, era un cachorrito de cocker negro. Era precioso (desde detrás de la puerta) cuando entré, se abalanzó sobre mis pies, como un guerrero de la peli 300. Aterrorizado, intenté ser un poco sociable con aquella cosa tan bonita, pero tan peligrosa... (je, je), en cuanto me agaché para acariciarlo, se tumbó vencido sobre el suelo, quería caricias, y yo se las dí cauteloso. ¡Sólo quería jugar!, pasada la euforía de mi encuentro con él, el perrito precioso llamado Sirius que parecía sacado de una peli de Tim Burton se calmó. Al fin y al cabo, era un perrito al que le estaban saliendo los dientes y quería morder todo.
Nos sentamos en la mesa a charlar un poco mientras me enseñaba su Facebook. No nos habíamos percatado de que el perro estaba en la planta de arriba -prohibida para él- hasta que oímos un ruido. Subimos rápido y Sirius ''Burton'' estaba haciendo de las suyas. Tenía muchísimos juguetes, pero, en un ataque anticapitalista y anticonsumista, el perro negó sus bienes materiales de tiendas veterinarias y manifestó su postura política mientras jugaba, mordía, desgarraba y saboreaba la escobilla del WC. O quizás, un perro no tenía ni idea de consumismo, capitalismo ni manifiestos y estaba jugando con una asquerosa escobilla de WC, porque sí... tiene más sentido.

¡Hola!

Je, je... bueno, empiezo este blog con este post a ver si os gusta, os voy a describir un poquito de mi. ¿Vamos?... Hoy voy a hablar de una amiga/vecina mia, que es muy especial, yo pensaba que era el unico friki tipo harry potter pero no, que quede claro que me refiero a friki en el buen sentido.
Solo nosotros comemos pan aleman, seguimos todos los numeros de harry potter como ninguno y tenemos media vida en internet, solo nosotros vamos a sacar al perro a pasear, y lo metemos en la piscina de un complejo turistico en construccion/fantasma. Solo nosotros podemos pasar horas y horas sin darnos cuenta hablando y frikeando sobre magos, lechuzas y pan de fibra. Sí, solo nosotros vivimos en una isla semidesértica (perdón por robarte el término!) y comemos pipas de calabaza. Pero somos así, somos frikis en el buen sentido, somos raros... ¿acaso es algo malo?.
Solo a ella le puede pasar que vaya a la oficina de correos y se encuentre a un funcionario rockero que ha llenado la oficina de posters de AC/DC. Y solo a mi me puede pasar que en clase la profesora me obligue a darle un masaje. Somos raros, y nos pasan cosas raras, pero siempre acaban bien.