Sirius: capítulo I

Era un día normal, yo iba andando con mis gafas de sol, iba a casa de mi nueva vecina. Cuando, bajé, algo oscuro, negro, ¡y juguetón! me esperaba, era el perrito de Tamara, era un cachorrito de cocker negro. Era precioso (desde detrás de la puerta) cuando entré, se abalanzó sobre mis pies, como un guerrero de la peli 300. Aterrorizado, intenté ser un poco sociable con aquella cosa tan bonita, pero tan peligrosa... (je, je), en cuanto me agaché para acariciarlo, se tumbó vencido sobre el suelo, quería caricias, y yo se las dí cauteloso. ¡Sólo quería jugar!, pasada la euforía de mi encuentro con él, el perrito precioso llamado Sirius que parecía sacado de una peli de Tim Burton se calmó. Al fin y al cabo, era un perrito al que le estaban saliendo los dientes y quería morder todo.
Nos sentamos en la mesa a charlar un poco mientras me enseñaba su Facebook. No nos habíamos percatado de que el perro estaba en la planta de arriba -prohibida para él- hasta que oímos un ruido. Subimos rápido y Sirius ''Burton'' estaba haciendo de las suyas. Tenía muchísimos juguetes, pero, en un ataque anticapitalista y anticonsumista, el perro negó sus bienes materiales de tiendas veterinarias y manifestó su postura política mientras jugaba, mordía, desgarraba y saboreaba la escobilla del WC. O quizás, un perro no tenía ni idea de consumismo, capitalismo ni manifiestos y estaba jugando con una asquerosa escobilla de WC, porque sí... tiene más sentido.

1 comentarios:

madeleine dijo...

"en un ataque anticapitalista y anticonsumista, el perro negó sus bienes materiales de tiendas veterinarias y manifestó su postura política mientras jugaba, mordía, desgarraba y saboreaba la escobilla del WC."
Buenísimo!
Vale, no tendrás ni idea de quién soy, pero dale las gracias al blog de "Tamaruca's Magazine"!
Simplemente, me divierte tu blog, y tu forma de ver las cosas ^^
Así que, si no te importa, te sigo!
Un beso

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